Estos días son para pasarlos con familiares y amigos, apreciando todo lo que nuestra vida tiene que ofrecer y todo lo que se nos ha dado. Conmemoramos este día de fiesta con las celebraciones, desfiles, encuentros deportivos y fiestas de proporciones épicas. ¿Por qué, sin embargo, nos limitamos a nosotros mismos y nuestra gratitud a un par de días al año? Además, ¿estamos realmente abordando todo por lo que estamos agradecidos por estos días, o sólo algunas de las bendiciones más superficiales o tangibles que hemos recibido?

No es raro en nosotros, como seres humanos, enfocarnos en lo que está mal en nuestras vidas o en el mundo. No porque somos pesimistas o sádicos, sino porque frecuentemente nos encontramos con muchas dificultades y creemos que estos son los temas que deben ser abordados. Si encendemos las noticias, están plagadas de imágenes de un mundo en caos y confusión. En nuestra vida personal, también estamos sujetos a nuestra propia carrera de obstáculos donde nos enfrentamos a situaciones que pueden causar que nos preocupemos o estresemos. En algunos casos, nos sentimos como si nos ha llegado una mala racha y tenemos una tendencia a centrarnos en lo negativo.

Con el fin de dejar atrás nuestros sentimientos negativos y de apreciar verdaderamente todo lo que somos, tenemos que aprender a practicar la gratitud en nuestras vidas cotidianas. La gratitud se puede definir como «la cualidad de ser agradecido, o disposición para mostrar su agradecimiento con amabilidad» La práctica de la gratitud no está reservada sólo para situaciones en las que hemos sido bendecidos ni cuando hemos sido receptores de bondad. La gratitud y agradecimiento pueden existir en todas las dimensiones y en todas las situaciones, sean buenas o malas. No estamos acostumbrados pensar dentro de este marco, y para muchos es difícil de entender cómo podríamos estar agradecidos cuando el mundo puede ser tan cruel e injusto. La clave para entender la gratitud, es el entendimiento de que SIEMPRE hay algo que agradecer. Y mejor aún, la práctica y demostración de esta gratitud permite experimentar más alegría y felicidad en la vida diaria, a pesar de las circunstancias desafortunadas que pueden aparecer.

Al aprender a practicar la gratitud, es necesario mirar el cuadro más grande. Mientras que lo que está experimentando puede no ser favorable y se puede sentir como si usted está en una situación de desventaja, debe ampliar su manera de ver las cosas para apreciar de verdad todo lo que se le ha dado. Sí, puede que llegue treinta minutos tarde al trabajo y esté atrapado en el tráfico, pero usted tiene un trabajo y un coche. ¡Qué bendición que es! Sí, es posible que se le haya diagnosticado recientemente cáncer y tiene que empezar la quimioterapia, pero usted tiene acceso a recursos médicos y médicos que tienen la intención de ayudarlo a sanar. Podemos tener guerras, pero tenemos gobiernos dispuestos a protegernos y hombres y mujeres que defienden nuestra vida con las suyas… No importa qué tan sombría pueda parecer la situación, no se puede negar que cada negativo también tiene un positivo. El mundo y el universo logran estar en perfecto equilibrio, pensar en cómo lo hacen lo hará apreciar más el mundo y todos los regalos que nos han dado.

Sin embargo, esto no quiere decir que la práctica de la gratitud venga fácilmente. La gratitud requiere reflexión y consideración requiere una mente abierta. Debemos abrirnos a las posibilidades de gratitud en todo lo que hacemos. Cuando empezamos a sentir empantanado por sentimientos y emociones negativas, debemos crear un espacio seguro para reflexionar sobre qué es lo que hace mejor esas situaciones. Crear una lista de cosas por las que usted puede estar agradecido cada día, es una maravillosa forma de recordar que nada es tan malo como parece.

Así que hoy, damos gracias. Mañana, debemos hacer lo mismo. En cada momento debemos caminar con un renovado sentido de agradecimiento por todo lo que hay en este universo, y luego podemos verdaderamente conocer el valor de la felicidad y gratitud.