¿Es lo mismo Karma y destino?
¿Qué es el destino? Una de las definiciones de Destino que encontramos en la RAE es: “Encadenamiento de los sucesos considerado como necesario y fatal”. Así mismo, leyendo todas sus acepciones, tropezamos con su sinónimo Hado: “Encadenamiento fatal de los sucesos”.
¿Es lo mismo que el Karma? Cuando me plantearon esta cuestión, el primer pensamiento que me vino a la mente fue: “¡No, claro que no es lo mismo!”. Me preguntaba cómo se podían confundir estas 2 palabras. Sin embargo, indagando un poco, descubrí sorprendida que, efectivamente, en nuestro entorno más cercano ( en este mundo occidental de limitados esquemas mentales ), estos son 2 vocablos que suelen usarse como sinónimos.
Por un lado, tenemos que Destino es el encadenamiento o resultado de los sucesos. Mientras, que por el otro, la traducción de la palabra sánscrita “Karma” es “acción”. Y, hace referencia a todas las acciones físicas, verbales y mentales que realizamos a lo largo de nuestra vida.
Por ello, podríamos decir que el Karma da como resultado el Destino. Ello significa, que todas las acciones físicas, verbales y mentales que realizamos en nuestra vida dan como resultado nuestro Destino. Por esto, apoyamos la afirmación de qué nosotros mismos creamos nuestro propio Destino o, dicho de otra manera, nuestro Destino está en nuestras propias manos.
¿Es definitivo o podemos modificarlo? ¿Por qué se relaciona el destino con accidentes o desgracias?
El Destino nunca es definitivo. Es decir, tenemos una gran fuerza de poder e influencia en él: ¡Pues somos los protagonistas de nuestra película! Sí que es verdad, que muchas veces pasamos por cosas desagradables, a las que no le encontramos sentido o significado. Lo que pasa es que no somos conscientes que cuando nos pasa algo “malo” o no deseado, normalmente es para que podamos aprender algo y evolucionar para algo mejor. Y, tengamos en cuenta, que tan importantes son las acciones físicas, verbales y, sobre todo mentales.
¿Sabías qué… ?
La palabra Destino proviene del verbo latino Destinare, el cual se traduce cómo “hacer puntería”. Un significado que me parece estupendo para poder explicar la relación que se puede establecer entre Karma y Destino. He aquí mi explicación a partir del ejemplo siguiente:
El arquero olímpico. Éste deportista encargado de hacer puntería con su flecha en el centro de la diana. Nosotros, en el momento de la competición, sólo vemos el resultado final, el cual podíamos equiparar con Destino. Sin embargo, detrás de ese resultado ha habido una serie de acciones, las cuales podríamos sustituir por Karma.
– Se ha preparado mentalmente para ello. Ha aprendido a enfocar la mente en el momento de tensar el arco.
–Ha fortalecido sus brazos para poder sostener el arco con fuerza.
– Se ha entrenado para poder agudizar la vista, y saber dónde tiene que mirar en el momento de tirar la flecha.
– Ha tenido que seguir una dieta especializada para estar en buen estado para realizarlo.
– Ha tenido que aprender a colocar una postura adecuada para hacer un buen tiro.
Y, algunas personas dirán, sí… pero ¿y el viento? Pues sí, pero, aunque el viento es algo sobre lo que no puede influir, este arquero bien entrenado habrá aprendido técnicas para saber cómo tirar dependiendo de dónde proceda el viento o de la velocidad que éste traiga. Es por ello, por lo que los triunfadores en la vida, son aquellos que se lo proponen, se entrenan duramente y ponen en práctica sus conocimientos sin perder de vista se punto amarillo situado en el centro de la diana.
Por ello te propongo ponerte a trabajar tan duro como el más entrenado de los arqueros. ¡El amarillo es mi color favorito!
Por Estela