La utilidad de un retiro de yoga en silencio
Han pasado varios días desde que finalizó el retiro de yoga en silencio que hice con Hot Yoga Academy y me pregunto ¿qué he aprendido, de qué soy más consciente, de qué me sirvió?
Ir a un retiro de silencio produce cierto vértigo y emoción. Pero la idea de no hablar, de no poder llevar elementos para distraerse como libros, una libreta para tomar apuntes o música era quizás lo que más me “molestaba”.
Soy alguien que habla mucho, y a veces tiende a llenar espacios de silencio con palabras solo por hablar. Una de las actividades que más disfruto en la vida es comunicarme con mi familia, mi pareja y mis amigos, escucharlos y debatir sobre diversos temas.
Entonces la idea de no hablar voluntariamente (silencio de Mouna), era como si pudiendo volar a toda velocidad sobre una ciudad llena de gente, edificios y sonidos, decidiera caminar muy lento en medio del bosque y en total soledad escuchando solo mis pensamientos. La idea me producía un poco de miedo, ese encuentro conmigo misma con los pies en la tierra.
Por otra parte, tiendo a hacer cada actividad de mi vida a gran velocidad sin que realmente exista presión por hacerlo, pero muchas veces se me hace tarde cuando tengo alguna cita y voy a toda prisa a tomar el bus, una bici o casi corriendo por la calle para no llegar tarde. Es bastante contradictorio y no tiene sentido. Me he descubierto comiendo en cuatro minutos el desayuno o cepillando mis dientes como si alguien estuviera tocando con insistencia en la puerta del baño. Mi idea del tiempo es usarlo todo completo, en todo momento estar haciendo algo útil. Así que estar tres días en una casa de campo sin hacer “nada” me inquietaba bastante, entonces me fui pensando que quizás la idea de qué es realmente la utilidad era lo que debía aprender en el retiro. ¿Para qué servirá estar con uno mismo, sin móvil, sin que el mundo afuera exista, en un ambiente seguro y de calma?
Creo que a cada persona unos días de silencio le hacen bien sin importar si quiere encontrar algo específico en este tipo de retiros, o llegue allí a responder a una pregunta de su vida. El silencio es necesario para que ciertos temas salgan a flote. En mi caso iba buscando la utilidad de estar solo conmigo unos días y terminé encontrando otra cosa. Me di cuenta que tengo prisa en actividades innecesarias, por responder un mensaje, por terminar de comer, por saber la hora en todo momento; porque se acabe lo que estoy haciendo para comenzar a hacer lo siguiente. Parece un hallazgo simple, pero para mí ha sido todo un descubrimiento, es increíble que no lo haya notado antes. Creo que, aunque un retiro de yoga en silencio no te soluciona la vida, sí te hace consiente de temas que es mejor comenzar a solucionar, en los que debes trabajar para vivir con más plenitud y disfrutar de cada momento.
Un retiro de yoga en silencio no es ir de vacaciones, debes prepararte un poco si antes no has hecho algo de meditación pues las jornadas de esta práctica, sin ser excesivas, sí requieren estar familiarizado con la idea de estar sentado con tus pensamientos durante 30, 45 o 60 minutos en una misma posición. O por lo menos intentar mantenerla el mayor tiempo posible. Insisto en que este retiro no es irse de vacaciones, aunque si pienso en las sesiones de yoga Nidra, de automasajes que promueven el autocuidado, de la deliciosa comida vegana preparada por Heather y Lezanne y la caminata en naturaleza diría que en algo se le parece, son como unas vacaciones del mundo exterior para conocerse mejor a uno mismo. Repetirlo será siempre una gran opción.
Por Cristina Arenas