Durante la primera semana conocimos a los otros alumnos del Hot Yoga Teacher Training de todo el mundo: Nueva York, California, Seattle, Costa Rica, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Francia y España y dos maravillosas profesoras principales: Heather y Lezanne. Desde el primer día no tuve dudas de que merecía la pena estar ahí. Me impresionó el ambiente acogedor y la diversidad cultural. Hot Vinyasa Yoga era algo nuevo que nunca había probado antes y, sin embargo, no daba tanto miedo como esperaba. La práctica de asanas fue de intensidad moderada y la temperatura de la habitación nos hizo sudar agradablemente. A pesar de que teníamos uno o dos entrenamientos todos los días, todos lo disfrutaron mucho.
La filosofía del yoga parecía ser el tema revelador más interesante, que nos hizo pensar y participar en discusiones profundas. La anatomía nos permitió entender cómo funcionan el cuerpo y los músculos. Tuvimos la oportunidad de trabajar en grupos y hacer actividades y tareas interesantes. Uno de los eventos más memorables de la primera semana fue la Barcelona Yoga Conference. Viajamos a otra parte de la ciudad y participar de un evento increíble con diferentes tipos de clases de yoga, meditaciones, conferencias de profesores de gran experiencia, conciertos en vivo, comida increíble y una feria en la que se podían comprar productos o servicios relacionados con el yoga, incluidos masajes. Pudimos conocer a muchas personas de ideas afines en un solo lugar.
El sábado tuvimos la gran oportunidad de explorar la ciudad, disfrutar del sol y la playa, pasar el rato con los compañeros de clase y vivir el momento. Me sentí muy agradecida de estar en Barcelona.